viernes, 17 de abril de 2009

BAÑOS DE VILO. MEMORIAS MÉDICAS

El reglamento que regía el funcionamiento de los establecimientos de baños de aguas minerales ordenaba que el médico director del balneario, al finalizar la temporada, redactara una memoria-informe sobre el mismo. De los Baños de Vilo se conservan nueve memorias, correspondientes a años comprendidos entre el 1860 y el 1896. Antes de estos informes oficiales ya vimos cómo en 1828 el Ayuntamiento de Vélez encomendó otro al médico Don Julián García Valiente y al farmacéutico Don José García Sevilla.
Para conocer de forma directa cómo eran los Baños de Vilo en la segunda mitad del siglo XIX dejamos nuestra narración y le cedemos la palabra a sus diferentes directores médicos. La selección y transcripción de algunos párrafos de sus escritos dará una visión más auténtica de su historia. Nos limitaremos a la parte no médica; de ésta haremos un trabajo monográfico en otra ocasión.
De todas las memorias, posiblemente las más serias, las más trabajadas sean las dos primeras. Podríamos añadirles incluso el calificativo de más entrañables. Están escritas por el Doctor Don Manuel Marín Yébenes en los años 1860 y 1861. Da la impresión el Dr. Marín de ser un hombre responsable, trabajador, preparado y, sobre todo, un médico vocacional.

Memoria del año 1860

En ciento treinta y nueve páginas de letra amplia y espaciada el Dr. Marín Yébenes redacta un concienzudo informe.

La cantidad de agua que da en un minuto es la de arroba y media; mucha más produciría a estar este manantial debidamente arreglado; es mucho el descuido en que se halla, por razón de no pertenencia a dominio particular alguno y, a decir verdad, no sabemos a quién pertenece, pues, siendo unos baños en donde nada se cobra al público por razón de baños, pertenecen de hecho al público y, de derecho, ignoro a quién, etc.. Lo que sí sé es que las aguas nacen entre las faldas de una hermosa sierra que se denomina Marchamona y que, al nacer, sale al par del agua un ruido particular y que lo creo debido a obstáculos que encuentra en su salida y que no hallaría y daría más agua a estar este manantial en debida construcción. Punto es éste del que me ocuparé en otro lugar.

El servicio general de baños está en relación directa con la importancia de los mismos; la misma incuria y abandono y por iguales causas. A dos albercas circulares, una para el sexo femenino y otra para el masculino, está reducido el establecimiento de estos baños; y, si hoy existen tinas para usar las aguas termales o calientes, calorífero y algo de menaje es debido a que los dueños de hospederías, por su propio interés, me han ayudado a que no falte en mis pobres baños lo más necesario a poder usar de sus riquísimas aguas minerales.
En contraposición de este deplorable abandono se encuentra aquí la Naturaleza, fresca y lozana, vertiendo aroma de feraz consuelo; y por doquier se dirija la vista contemplará el hombre la grandeza de la omnipotencia divina: estos baños nacen en la bella Andalucía y, de ésta, en la provincia de Málaga, de la que dista 6 leguas de buen camino; se hallan rodeados por las ciudades de Vélez, Archidona, Loja, Antequera, Alhama de Granada, de la que sólo dista once leguas y, de todas las demás, muy pocas; así que a estos baños concurre una sociedad escogida entre lo más rico de estas poblaciones y de un sinnúmero de pueblos, que distan de los baños poquísimo; aquí encuentra el hombre cuanto necesita para su vivir, de buenos alimentos, sanos y económicos; recrear la vista cansada por sus males, los cuales quedan, la mayor parte, en aquestas benéficas aguas; ellas purifican al malhumorado; vuelven la salud al leproso y como regenerando la energía vital, dan a cada uno lo que más desea, que es la salud, y ésta no se sabe lo que vale hasta que se ve perdida, así como el hombre no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, etc..

A un tiro de bala del establecimiento ya se encuentra la Puebla de Periana, población agrícola y rica en producciones; así es que, aunque sólo contamos con unas sesenta casas de hospedería y una ermita, pueden los bañistas residir cómodamente en dicho pueblo; las aguas potables son inmejorables, tanto en Periana como en los Baños; para seguridad existe un puesto de los individuos de la benemérita institución de la G. C., así que en naturaleza, en alimentos, en hospederías y seguridad, bien.

Unas páginas más adelante nos ofrece un pequeño resumen de la flora y faunas silvestres de los alrededores de los Baños, con sus nombres científicos y vulgares.

Antes de terminar su trabajo el doctor hace un breve comentario sobre las fechas en que están abiertos los baños, sobre algunas ventajas que él encuentra para los agüistas y sobre el número de éstos.

La temporada para hacer uso de estas aguas minerales comienza en quince de Junio y concluye en igual día el mes de Septiembre. Los baños se encuentran situados en la Provincia de Málaga, partido del Colmenar y Puebla de Periana, en cuya jurisdicción se hallan los manantiales minerales, etc.. Distan seis leguas de Málaga y cinco son de camino real y la otra de herradura. El país no puede ser más bello, abundante de aguas potables riquísimas, como igualmente toda clase de alimentos, sanos y económicos, etc..

Constituyen las hospederías unas cien casas, las cuales se van aumentando todos los años. La proximidad a Periana hace que no pueda nunca faltar hospederías ni alimentos, pues sólo dista un cuarto de legua y es población de setecientos vecinos , pueblo agrícola y cuyos naturales son laboriosos y honrados, etc.. En los mismos Baños tenemos una bonita ermita y se dice misa diariamente, por manera que no falta nada para lo esencial de los concurrentes, pues hasta en seguridad tenemos un puesto de Guardia Civil, ya por disposición de autoridad superior de la provincia y mis ruegos, se establece durante la temporada.

Condición social:

Personas acomodadas.............................. 384
Pobres de solemnidad ............................. 57
Total ......................... 441

Acaba su trabajo con unas observaciones sobre el clima de la zona.

Memoria del año 1861

La memoria de este año, además del informe científico, está llena de vivencias personales, que nos dan a conocer no sólo el carácter del Dr. Marín, sino también las circunstancias históricas y sociales de aquellos años. Dejemos al doctor que nos informe.

En la provincia de Málaga, partido del Colmenar, se encuentra la puebla de Periana; al norte de esta población y distante media legua de la misma se hallan situados los baños de Vilo o Rozas; el terreno es arcilloso, formando una deliciosa llanura llamada de Zapata, en la base de un monte que recibe el nombre de Cerrajón; se encuentran grandes rocas de naturaleza caliza, sembradas de espejuelos y cuyas vetas tienen un color brillante.

De entre estas rocas nace un manantial de agua mineral, que da ciento ochenta pulgadas cúbicas por minuto y surte a dos grandes albercas circulares que sirven de baños, una para las mujeres y otra para hombres; estos baños reciben el nombre de Las Majadas de Vilo o Rozas. En los mismos se encuentran tinas y los útiles necesarios para tomar los baños a la temperatura necesaria, etc..

Además tenemos otros dos manantiales de agua medicinal y de composición química diferente; uno a poca distancia del anterior y de agua mineral purgante, destinado a la bebida cuando hay necesidad de purgar a los enfermos, y el otro algo más distante y de agua mineral ferruginosa, de la que hacemos uso para combatir los desarreglos de la matriz, la clorosis, la anemia y otros males.

..... La temporada de baños en los de mi dirección comienza en 15 de Junio y da fin en septiembre. Estando estos baños muy próximos a los fríos puertos de Zafarraya, con más, rodeados de sierras, ríos y arroyuelos, país frío por su posición topográfica, resulta que para el 15 de Septiembre no he tenido nunca ya en mis baños ni un solo bañista. Así que la temporada debiera terminar en 15 de Septiembre más bien que en fin del mismo, etc..

Data el uso medicinal de estas aguas minerales de la más remota antigüedad. Lo comprueba el que en los mismos baños se encuentran ruinas de baños antiguos y que parecen ser obra de romanos. El nombre de Fuente de la Almanzora se atribuye a hechos gloriosos de esta agua verificados en la esposa de Almanzor, etc..

Los baños que hoy existen y que hemos dicho consisten en dos grandes albercas y algunas tinas; datan del año 1825 y estas obras fueron hechas por la ciudad de Vélez Málaga, a su costa y a la de varios pueblos limítrofes que contribuyeron con su óbolo.

Rodea a los baños un sitio ameno y que produce ricas sustancias animales y vegetales. Las primeras se encuentran en aquellas ricas sierras que hemos dicho y las segundas en las calles y huertas que fructifican con lozanía, merced a las abundantes aguas que los riega, al sol vivificador de la bella Andalucía y a la bondad del terreno que los abriga. Nada falta al enfermo, pues en estos baños se encuentra un surtido de alimentos sanos y equitativos, por reunir, además, las circunstancia favorable de distar de la Puebla de Periana menos de media legua y sus naturales se encargan de vender en los Baños de Vilo alimentos de todo género y unos ricos panes de bizcocho, rosquillos de huevo y azúcar, y otras cosas que tienen nombre por lo buenas, etc..

Con respecto a hospederías tenemos unas sesenta casas, que pueden albergar trescientas personas; también tenemos una bonita ermita en la que no falta la misa los días de precepto; pero ocurre que la hay casi a diario porque pocas veces estamos sin algún sacerdote que se encuentra usando las aguas minerales de las Rozas.

Condición social:

Personas acomodadas.............................. 262
Pobres de solemnidad ............................. 105
Total ........................ 367

Si se compara el resultado en la presente temporada de baños con los de años anteriores, se notará mucha falta de concurrencia; es debido a los acontecimientos deplorables de Loja, que tan en peligro puso mi vida y la tranquilidad de mi querida familia, en razón a que los turbulentos del Pueblo de Periana, que dista media legua de mis baños, concibieron la mala idea atacar a la benemérita fuerza de la Guardia Civil que custodiaban a los baños y, a la par, atropellar mi casa. Merced al aviso que tuvo, la Guardia Civil se retiró precipitadamente y yo quedé solo con la protección de Dios y la del médico y otros amigos de Periana, que pudieron persuadir a aquellos desgraciados que abandonaran su criminal intento, respetando los baños y mi persona.

Y, ya que he tocado este doloroso recuerdo, séame permitido hacer presente que mis padecimientos datan aún de una época más remota, en efecto. En los cinco años que tengo a mi cargo la dirección médica de los Baños de Vilo o Rozas puedo contar lo siguiente: en 1857 y en 1858 tuve que luchar con las deplorables consecuencias que heredé de mi desgraciado sucesor (predecesor), villanamente maltratado y arrastrado por bárbaras personas que concurrían a dichos Baños. Así que mi antecesor murió a consecuencia de las heridas que le causaron, y sólo por exigir sus derechos de papeleta a aquellos cafres. Por manera que las más de mil ocasiones y en el momento de satisfacerme mis honorarios me recordaban la muerte y la causa de la desgracia de mi desgraciado antecesor.

Estos incidentes y otros muchos de diferente orden hicieron que en las dos primeras temporadas que serví estos baños fueron para mí épocas de tristes recuerdos; empero, no teniendo otro medio de subsistencia y rodeado de una familia que sostener, halagado, al propio tiempo, por la dotación de 8.000 reales que gozaba.

Entramos en el año de 1859, que era el 3º para mí, y acaece que el gobierno de S.M. la Reina (Q.D.G.) suprimió la dotación de 8.000 reales que tenía asignada los Baños de Vilo; dotación que era para mí el [tocante] de la subsistencia de mi crecida familia, y, con la esperanza de poderla recobrar otra vez y con los esfuerzos que Dios sabe tengo hechos, llegamos a la temporada de baños de 1860, que es la cuarta.

El cólera morbo o asiático invadía la provincia de Málaga, visita mis baños y, no encontrando más familia que la del médico director, nos acomete y, padeciendo toda mi familia en más o en menos grado, hizo por último una víctima.

No habiendo temporada y sin recursos para regresar a mi casa de Madrid, nos refugiamos después de temporada en un lugar llamado de Almáchar, invadido por el cólera, y en él hice lo que puedo acreditar legalmente por certificado que conservo de aquel municipio benéfico.

Por último, en la temporada del año 1861, que es la quinta para mí , es público cuanto dejo mencionado y que sufro al recordar, pues tuve en inminente peligro mi vida y la suerte de mi esposa e hijos. Ya que, gracias a Dios y a los buenos amigos de Periana, no cometieron su bárbara empresa aquellos desgraciados, tuve, sin embargo, que lamentar la falta de concurrencia, los continuos sobresaltos y el ver a mi esposa dar a luz una niña en aquellos momentos y antes de llegar su embarazo a todo tiempo. ‘A qué continuar estos tristes recuerdos de épocas calamitosas; creo haber dicho lo suficiente para poder invocar, con justicia, un recuerdo en mi favor del gobierno de S.M., etc..

Termina esta memoria con un informe sobre sus observaciones meteorológicas.

Memoria del año 1862

Después de las penalidades que hemos leído en los párrafos anteriores, el Dr. Marín no tuvo más remedio que buscar otra zona donde aplicar sus conocimientos y llenar de contenido su vocación de médico. Le sustituye el Dr. D. Miguel Vegas Ramos, que aguantó como él otras cinco temporadas. Solamente disponemos de la memoria del primer año. Consta de sesenta y nueve folios manuscritos, dedicados casi todos al estudio médico de los Baños de Vilo: no quiere comprometerse opinando y diciendo lo que seguramente desagradará a las autoridades de la Puebla de Periana. Hace un completo informe de las diferentes enfermedades tratadas y una prolija estadística de los enfermos. Al informe no médico dedica los dos últimos folios.

Resumiendo cuanto llevamos manifestado como fruto de nuestro cometido y como recuerdo histórico de las diferentes enfermedades que hemos tratado con el poderoso auxilio de estas aguas minerales. Diré que con ellas he observado curaciones difíciles y maravillosas que hubieran sido imposible sólo con los medios farmacológicos, porque no sólo debemos concretarnos a los buenos efectos obtenidos por los mineralizadores que componen el agua del baño, sino que ayuda mucho a mejorar los enfermos el buen clima que allí se disfruta y el gran número de aguas potables muy buenas que allí se encuentran. Y, si a esto se uniera un buen hospedaje y una carretera que pudiera conducir a algunos enfermos que sus dolencias les imposibilitan la marcha en caballerías, único medio hábil que hoy se encuentra para llegar a este establecimiento de baños, completaría cuanto pudiera desear un bañista que deseara curarse de sus padecimientos, o que quisiera en estado de salud disfrutar una temporada de recreo.
Muy grato sería para mí el haber llenado cumplidamente mi deber; pero en materia tan difícil y delicada no dejo de conocer el gran vacío que encierra y que supera a mis débiles fuerzas. Las observaciones clínicas, entre otras mil cosas, requieren tiempo, paciencia y una razón harto despreocupada que las vaya haciendo pasar lentamente por el crisol competente de la experiencia, despojada de flores y de prolijos comentarios, que no hacen otra cosa que ocupar un tiempo precioso que puede emplearse con más provecho. Razón porque me he limitado única y exclusivamente a hacer una estadística sencilla , clara y veraz de las distintas enfermedades que han sido tratadas con la saludable acción de estas aguas en la última temporada de baños y primera que he tenido el honor de ser su director; y dio principio el siete de Junio del presente año y concluyó el treinta de Septiembre del mismo. Sin embargo, que cuando yo tomé posesión en dicho día del referido destino ya estaba abierto el establecimiento desde el quince de Junio, en cuya época siempre se abre.

Riogordo diecinueve de diciembre de mil ochocientos sesenta y dos.

Memoria del año 1867

La memoria está firmada en Granada por Manuel de la Calle, con fecha 8 de Mayo de 1868. De las ocho memorias médicas que comentamos, ésta es la de menos interés bajo el aspecto médico, pero la de mayor información sobre la aldea. Vamos a transcribir una parte del documento, por el que podemos conocer algo de sus edificios y quiénes eran sus propietarios. Adjuntamos también el plano que acompaña a la memoria.

En la ladera opuesta a los baños, que es de una suave pendiente, se hallan colocadas las doce casas nombradas del Apostolado, de la propiedad de dicho Sr. Conde de Catres, y, diseminadas a derecha e izquierda del camino de Málaga a Periana, se encuentran otros edificios y tierras de labor, contándose entre los primeros, y a la parte del arroyo, una casa aislada, de la propiedad de D. Manuel Zamora, y otra de Dª. Isabel Ruiz, y, después de la misma orilla del camino, una casa molino de aceite de dicho señor conde y otro molino harinero; y a la parte opuesta del camino una casa de D. Rafael Zamora y un solar, siguiendo a continuación seis casas del señor conde, volviendo con el camino de Málaga, con una tapia que constituye la cerca de su huerta, hasta la confluencia del camino nombrado del molino. Subiendo por éste se llega a la placeta y molino harinero de D. Rafael Zamora, y, después, a tres casas de dicho Excmo. Sr., que se hallan sostenidas por un muro de contención, situado a distancia de 4 metros, y, bajando por una vereda, se encuentra una casa aislada, perteneciente al Sr. Alcalde actual de dichos baños.
Al final de la huerta del Sor. Conde se encuentra otro molino harinero, de la propiedad de D. Rafael Zamora, y, por último, por debajo de las casas del Apostolado y tierras de labor de D. Antonio Palomo, una casa de labranza.

Este interesante documento está firmado por el médico, como antes hemos dicho, pero no está manuscrito por él. La caligrafía de su firma no tiene ningún parecido con la del texto. Éste está escrito con una letra propia de un pendolista profesional. Posiblemente ni el borrador del texto sea del médico. Parece como si quisiera demostrar que la mayor parte de las tierras y edificios de los Baños de Vilo son del Conde de Catres y que éste no sólo es su dueño sino también su salvador. Veamos otro fragmento de la memoria en el que aporta ideas para mejorar el balneario.

Hecho mérito de todos los edificios de que consta esta localidad, paso también a hacer una ligera reseña de los que deben proyectarse a fin de que los bañistas puedan tener alojamiento más cómodo.

Aun suponiendo que en cada casa de las del Apostolado y las seis del señor conde puedan colocarse de 18 a 20 familias, las demás tienen que hacerlo en las otras casas particulares.

Ahora bien, suponiendo, según las noticias que hemos adquirido, que en las épocas de estos baños, que por término medio hay que dar albergue a ochenta bañistas, fácil es calcular las penalidades que ofrecerá la falta de local; por ello, pues, sería muy conveniente situar cinco casas a la orilla del camino de Periana, entre la casa de D. Manuel Zamora e Isabel Ruiz, en tierras de labor de D. Rafael Zamora, según se indican en el plano con la línea de caminos, y, en la parte que ocupa la tapia de la huerta del Excmo. Sr. Conde de Catres, construir otras nueve casas, que puedan contener otras tantas familias, con las cuales (que también se marcan con el mismo color) se tendrá lugar suficiente para la instalación de los enfermos que todos los años concurren a dicho local.

Es conveniente que en el terreno baldío, que se encuentra entre las casas del apostolado y espacio o placeta del molino, se edifique, en el punto que se marca en el plano, una ermita para verificar el Santo Sacrificio de la Misa y capaz para contener a los forasteros y personas de la localidad, según el cálculo que dejo expresado; pues, estando la que hoy existe en completo estado de ruina, para cumplir con el precepto de la Iglesia hay necesidad de bajar al pueblo de Periana.

Indispensable es también la construcción de un local que sirva de Hospital y que pueda dar abrigo a enfermos pobres que, careciendo absolutamente de recursos, tengan este asilo donde albergarse y hallar alivio a su enfermedad.

No menos necesaria se hace la construcción de una galería, como la que se indica en el plano, para que los bañantes, al salir de tomarlos, tengan local donde reposarlos y eviten el tener que trasladarse a una gran distancia, con perjuicio del beneficio que en su salud debieran causarles aquellos.

Y, finalmente, el puente debe construirse con alguna solidez, a fin de evitar los perjuicios que muchas veces se originan, construyendo además un muro de sostenimiento de mampostería con cal, como el que va indicado en el plano, con objeto de enfilar las corrientes al puente, defendiendo la casa baño.

Termina la memoria con la descripción del balneario.

Sólo me resta para concluir mi pequeña memoria detallar la casa baño que hoy existe, tal cual se halla en la actualidad.
Detalles
En un patio situado a la parte del Este se halla la alberca de las mujeres, construida de fábrica de ladrillo, recibiendo el nacimiento, o sea, las aguas, por atanores de barro colocados al pie de los cerros, punto donde nacen; después pasa el agua a otro patio, donde se encuentra otra alberca para hombres, de la misma construcción que la anterior, teniendo uno y otro patio cenadores para comodidad de los bañistas.

Para los pilones de los baños templados, que están dentro de cuartos y que se encuentran por encima del nivel de un depósito situado debajo de una de las galerías, recibiendo éste el agua de las albercas, que se hallan más elevadas que este punto, se han construido orificios en la parte inferior de dichos pilones, que, formando boquillas de desagüe del sifón principal, los llena hasta la altura de los desagües; y, respecto al agua caliente, hay establecida una caldera.

Memoria del año 1872

La memoria siguiente que hemos podido estudiar es la del año 1872. Está firmada, en Sanlúcar de Barrameda, por D. Agustín Ballesteros, médico director interino.

Este señor, decepcionado por la experiencia pasada en los Baños de Vilo, no piensa volver más por allí y, por consiguiente, no tiene necesidad de granjearse las simpatías de nadie. De ahí que su informe sea realista y sin tapujos. Refleja fielmente el grado de abandono y deterioro a que habían llegado los Baños de Vilo. Lamentémonos de lo que pudieron ser y no han sido, del abandono en que estuvieron por parte de sus responsables, las autoridades de Periana, las de la provincia y las nacionales. Coinciden varios de los médicos que los dirigieron en que las aguas de Vilo eran de las mejores de España, situadas en un lugar paradisíaco, pero sin caminos y, lo que es peor, sin control y en manos de unos desaprensivos.

...... pues con muy poco que el hombre hubiera agregado sería uno de los primeros de su clase.

Lo compone el edificio destinado a baños y otros varios esparcidos a más o menos distancia destinados a hospederías.

El edificio destinado a baños, colocado al pie de un elevado tajo, se halla formado por una gran barraca, con techumbre de madera y consta de dos albercas y cinco pilas de barro, repartidas en otras tantas pequeñas e incómodas habitaciones.

Esto es todo cuanto hay que decir a favor del edificio, pues faltan cuantas comodidades y objetos se exigen en esta clase de establecimientos.

Las hospederías, correspondiendo al cuadro anterior, se hallan en las peores condiciones.

Los caminos intransitables, pues únicamente se puede llegar en caballerías y eso con grandes incomodidades y peligros; así que la concurrencia se hace cada día menos numerosa, pues la facilidad de comunicaciones la llevan a otros establecimientos, donde encuentra más comodidades, y la poca que concurre se halla retenida por la bondad de las aguas.

Lástima grande que no se realizaran mejoras, que, dando más comodidades al bañista, sería mayor la concurrencia.

De una roca de naturaleza cálcica y al pie de la llanura llamada Zapata nace el manantial que alimenta los baños.

Poca abundancia tiene, si bien es suficiente y sobra hoy para sus atenciones.

Trabajos bien dirigidos podrían aumentarla, dando mejor salida que la que en la actualidad tiene.

...... Hay además a 200 metros del manantial otro de naturaleza purgante, cuyos mineralizadores son el cloruro y carbonato cálcico y el sulfato magnésico; su temperatura 20ª.
A 5 kilómetros del establecimiento hay un manantial de aguas ferruginosas, conocido por La Almanzora, que contiene cloruros y sulfatos sódicos, magnésicos y cálcicos, y carbonato férrico y cálcico.

Memoria del año 1875

Esta temporada, como solía acontecer, su director médico también era interino. Se trata del doctor D. Antonio Álvarez Sánchez, vecino de Málaga.

De esta memoria podemos decir que, como las anteriores, retrata la triste y desaprovechada existencia del balneario. Aunque sea prolijo, vamos a transcribir un amplio repertorio de textos para conocer las magníficas posibilidades del balneario y, al mismo tiempo, la cutrez a la que llegó.

Estudio físico y climatológico del Terreno

Situado el caserío al pie del dicho cerro de Zapata, cuya altura tomada en su parte media y a contar desde su base, que no bajará de doscientos metros, proyecta su sombra principalmente sobre esta parte baja del valle desde las cuatro y media de la tarde en adelante, haciéndolas más largas, frescas y agradables, ya para los paseos ordinarios, ya para las excursiones de recreo a los pintorescos y deliciosos sitios de este término, prodigio en vistas, vegetación y en aguas.

Formado este valle por las cuencas del río de Guaro, que baja por él, de N. al E. y S., formando arco, y el arroyo de Zapata, de NO a S., en donde se une con el anterior, corre además de éstos y de otros varios arroyuelos de otras tantas fuentes de agua potable, riquísima a cual más, de una temperatura de 18º y medio centígrados, las cuales atraen por sí solas muchos a veranear y mudar de aguas, la acequia de la Rivera de los Molinos, que, bajando en forma de cascada, se pulveriza y favorece las emanaciones, que contribuyen a suavizar y atemperar el calor atmosférico, ...

.... De su flora poco podremos decir, aunque, si hemos de ser francos, lo mismo ha de ser de todo lo demás; en el corto espacio de una temporada, en un establecimiento en que todo está por hacer y en donde el médico es mirado con antipatía, porque en todo tiene que intervenir, si, como hasta aquí, no ha de imperar el desorden y la estafa, por un lado, y el abandono miserable, por otro, poco, muy poco puede hacerse y más con una interinidad, que, unida a los miles de obstáculos que aburren al director, alientan los abusos de los demás empleados y bañistas en esta tierra clásica del desorden y la coña.

Con todo, diremos que en toda esta zona se crían muchos y espontáneos acebuches, que, injertados en olivos, dan abundante y nombrado aceite de Periana y Riogordo, célebre por su trasparencia, pureza y buen gusto; que abundan más en las laderas y, sobre todo, en las peñascosas estribaciones de la sierra, hasta formar bosques espesos, que le dan realce y encanto a esta tierra;

...De su fauna, ... no hemos podido disponer su estudio zoológico, ... si como hasta aquí las condiciones del establecimiento no reducen a sus directores a simples empleados de puertas, que cobran a los que les quieren pagar y nada más.

Por consiguiente, diremos que existen en ella animales domésticos, dominando el ganado vacuno y lanar, poco el cabrío, pero suficiente para tener queso y leches abundantes durante la temporada de baños. Igualmente existen los demás animales de carga, los cuales pueden aprovecharse con este objeto, y, como medio terapéutico, la leche de burras y la de yeguas, fermentada como hoy se emplea con éxito en ciertos padecimientos del pecho. Las aves de corral, que proporcionan ricas y suculentas carnes y abundantes huevos. Caza, que contribuye a lo mismo y a la distracción de los aficionados. cerdos, que suministran abundantes y variados preparados de sus carnes, con los cuales se sostiene un activo comercio con las costas, en donde no pueden conservarlos; y, por último, como carácter negativo la escasez de dípteros y falta principalmente del género mosquito, que son un tormento en las costas y terrenos cálidos, de los cuales toma esta zona sus mejores ventajas.

Descripción del Establecimiento

... por disposición de su primer médico director, D. Miguel González Galiano, se pusieron los baños calientes a expensas de los dueños de las hospederías, como tenían obligación, y en 1870 cubrieron las albercas con algunas tablas, sin que por esto dejara de estar a la intemperie.

En la actualidad están, como siempre, amenazados del cerro y del arroyo, que no dejan, tanto el uno como el otro, de producir todos los años sus desperfectos, hundimientos e inundaciones, sufriendo los bañistas, además de estos miedos, los inconvenientes del lamentable estado de su edificio e instalación.

Éste está constituido por dos albercas de unas tres varas y media de largo por tres de ancho; la de las mujeres, desde dos cuartas a tres de profundidad ; y la de los hombres, de una vara; enlosadas, pero tan mal preparadas que se sale el agua por todos lados. Los compuestos de desagüe son dos trapos y una espuerta de barro; lo cual hace que esté turbia el agua al agitarla. Las albercas están medio cubiertas del sol, algunas tablas y los desnudaderos, aunque más bien parecen una choza de pastores, lo están con tejas. Los baños calientes, situados en la parte inferior de los anteriores, están reducidos a una habitación de unas seis varas de larga por cuatro de ancha, dividida en cuatro celdas, en donde hay en cada una una pila de barro embutida en el suelo, a donde por unos tubos de plomo, que tapan y destapan con un palo liado de trapo, viene la agua caliente de una caldera, de unos diez cántaros de cabida, y en donde su elevación de temperatura se hace en tan malas condiciones que, a no ser por la agua fría que se añade, de muy poco servirían tales baños.

El depósito para alimentar la caldera y las pilas está reducido a un estanque de unas cuatro varas cuadradas, en donde, por su mala dirección, sufre la agua la descomposición consiguiente, llevando la falta de mineralización sulfurosa, que es el objeto de estos baños. Las paredes del establecimiento, además de no tener de altura más de dos varas y media, de ser de piedra y barro, están casi en ruinas, y las puertas y cerraduras en tales términos que, ya estén cerradas o abiertas, dejan pasar no sólo la vista y enterarse de lo que pasa dentro, sino también a las personas. En cuanto a instalación, o sea, aparatos y muebles, está reducido a la caldera, a un roto termómetro de Reamur, que para todo servirá menos para graduar la temperatura, teniéndolo que hacer, y con más exactitud, con la mano, a unos poyos de piedra y barro y a unas perchas de madera para colgar la ropa. Y, por último, teniendo que hacerle subir al agua de nivel para que entre en las albercas y depósito, está empantanada en el interior del cerro, resultando de esto que se escapa por otros lados y no hay agua bastante para llenarlas una vez al día, sufriendo un tanto su descomposición y escapándose, al mismo tiempo, los gases que contiene.
La fuente purgante no existe más que en la temporada de baños, la cual buscan los bañistas poniendo peones a su costa, si las tienen recomendadas, por estar confundida con el arroyo, y nadie piensa en hacer nada por ella ni apropiársela, porque no da dinero como la del establecimiento.

La Almanzora está reducida a un charco un poco hondo, de donde no sale el agua, y sigue la misma suerte que la purgante.

La de los Lazarinos, antes Fuente Santa, la constituye otro charco cenagoso, cuyas aguas se pierden a los pocos pasos, sin que nadie las aproveche. Esta fuente desaparecerá muy pronto, pues los riegos y cultivo en que han puesto los terrenos inmediatos se encargará de hacerlo, si el corte de tierra que traen por encima no lo ha hecho ya.

Las hospederías, pocas, malas y caras, y para los pobres ningunas; en términos generales se hace imposible la estancia de toda persona que busque una mediana comodidad, y de los pobres, a no ser que, como viene sucediendo, se alberguen. debajo de los olivos, lo cual trae sus inconvenientes

Las vías de comunicación son, por el norte, desde Málaga a Granada, por el ferro-carril de estas poblaciones a la estación de Salinas, la cual dista tres leguas de estos baños; o, por la carretera de Granada a Málaga y al Colmenar; o Alfarnate, y de aquí en caballerías a los Baños. Por la costa o mediodía, por Vélez y el camino de esta ciudad a los Baños, Y por poniente, por Alhama y desde ésta en caballería a los Baños.

Reformas que necesitan

Como las fuentes medicinales en un establecimiento balneario son lo principal y lo que reclama en primer lugar la atención, empezaremos por ellas a indicar sus necesidades si han de servir como lenitivo a la humanidad doliente.

La Almanzora, ya que no se hagan las carreteras que tiene aprobadas la Diputación Provincial, por las cuales se ponen estos Baños en comunicación con las principales poblaciones, con el ferro-carril y con esta fuente, ya para que fueren a ella los enfermos a pie, a caballo o en carruaje a beberla, y ya para hacer accesibles los demás a este establecimiento, al menos ponerla a ésta en condiciones de usarla, librarla de las suciedades y animales que allí llegan como a otro charco cualquiera, que a ciertas personas les produce sus inconvenientes y se niegan a tomarla y, al menos, aunque no en todas sus buenas condiciones, formaría una fuente del establecimiento, que hoy no lo es ni nadie las usa.

La Fuente Purgante, buscar sus aguas fuera del cauce del arroyo, en donde deben estar más en su pureza, y se pueden usar ya en bebida, como purgante o diurética, ya en baños, que igualmente tiene sus indicaciones y usos, y más en un establecimiento en donde por la acción de las aguas sulfurosas sobre la piel viene la astricción de vientre , con sus dificultades e inconvenientes, o un exceso de reacción que obliga a suspender el plan, y reclaman los baños de agua dulce como atemperante o sedante, cuyas indicaciones llenan estas aguas sulfatadas mejor que ningunas otras, ya sea en baños, ya en bebida.

Las Fuentes Sulfurosas, reunirlas a un punto con suficiente declive, con objeto de aprovecharlas todas y en tales condiciones que no sufran alteración en su composición ni se pierdan o escapen la mitad o más, como viene sucediendo hoy día, pues, a pesar de todo, es tan escaso en aguas este manantial que no puede nunca su establecimiento adquirir gran desarrollo ni prestarse a mucha concurrencia sin que le haga falta más agua.

Para esto se necesita hacer un establecimiento que hoy no tiene, sino con todas las comodidades y requisitos necesarios, al menos, decente y en buenas condiciones higiénicas, separado del cerro y del arroyo, que desde un principio han sido su muerte en varias épocas y serán en lo sucesivo, hágase lo que se haga, si se dejan en el mismo sitio; instalarlo, o sea, dotarlo de medios aptos para usar las aguas, como albercas, duchas, chorros, caldera de vapor para usar las aguas en diferentes graduaciones y formas, termómetros, relojes, etc., etc., y cuantos útiles sean necesarios para el establecimiento, según las exigencias de la Ciencia, mediana comodidad y decencia.

Y, por último, casa fonda siquiera decente, en donde puedan hospedarse los bañistas y encontrar lo que necesiten durante su estancia, y algo, al menos, para los pobres de solemnidad, que no se alberguen en el campo raso.

¿Pero es posible esto?. Difícil lo veo. El olvido en que los ha tenido y los tiene el Gobierno ha hecho levantar un sinnúmero de ambiciones que son la rémora constante de todo progreso, el principio de tanto disturbio y el obstáculo insuperable a su reforma e instalación, y, por último, será la causa de la destrucción y perdición de sus aguas y establecimiento, dignos, por cierto, de mejor suerte.

Si E.S.; el Gobierno o debe darlos a el que los ponga en la condiciones de reglamento y los dedique a el uso público, o debe incautarse de ellos como bienes mostrencos y de aprovechamiento común, y hacer que se pongan en condiciones de reglamento al menos, por los medios que crea más conducentes, sin oír a los que hoy se creen interesados y dueños, los cuales no tienen ni pueden tener más títulos que su ambición, el lamentable abandono en que han estado hasta aquí y los derechos socialistas que les dio la revolución de Septiembre, que aún subsisten en plena Restauración para escarnio y estafa de la humanidad doliente, que todos los años protesta de tal usurpación. He dicho.

Málaga 20 de Diciembre de 1875

El año 1885 no hubo temporada de baños y, por consiguiente, tampoco médico que pudiera redactar la memoria correspondiente. Es el año siguiente al terremoto que asoló el casco urbano y los campos de la Puebla de Periana, especialmente los de la zona de los Baños de Vilo.


Memoria del año 1892

Esta temporada el cargo de médico director recayó en la persona del Dr. D. José de Troya y Atienza.. Este señor se apropia de la paternidad de todas las mejoras realizadas en los Baños. Nos extraña que él fuera el promotor de todas ellas, sobre todo de las construcciones, cuando él sólo fue director esta temporada; suponemos más bien que el promotor sería su actual propietario, el Dr. González Gosálvez. En la temporada de 1891 fue director el Dr. D. Francisco Moya Roldán, que repetiría las temporadas de 1894 a 1896; en las de 1889 y 1890 ocupó el cargo el Dr. D. Manuel Gómez Bellido.

Veamos cuáles son las mejoras de las que nos habla el Dr. Troya.

1º. En el día que se presentó (el que suscribe) a tomar posesión de la dirección del Balneario de Vilo-Rozas, al inspeccionar el balneario se encontró con que todo el edificio donde se encuentran instaladas las albercas generales, tanto el de hombres como el de mujeres, se encontraban completamente demolidos por el temporal de viento y agua que se presentó el invierno próximo pasado, así como los departamentos de baños parciales, duchas, pulverizaciones y todo cuanto se encontraba bajo los muros del establecimiento.
2º. De fondas del mismo establecimiento no existía más que una y está enclavada a distancia del manantial, teniendo que recorrer los bañistas, además de la distancia, una gran distancia de gran pendiente, y, en vista de lo que ocurría, el que suscribe, de acuerdo con el dueño del establecimiento, se empezaron las obras....
1º. Por cumplir lo mandado por el Sr. Director General de Beneficencia y Sanidad, y 2º para que los bañistas pudieran hacer uso de las aguas con toda comodidad, para conseguir el fin que se proponían al hacer uso de ellas, y para conseguir estos fines, el dueño del establecimiento, además de la fonda mencionada, compró a la familia de Don José Martos un gran edificio destinado a fonda, en el que pueden los bañistas albergarse con toda clase de comodidades. Se levantó de cimientos el edificio para los baños generales, tanto de hombres como de mujeres, cada departamento con una alberca circular de dos y medio metros de diámetro por ocho decímetros de profundidad.

El gabinete de duchas y pulverizaciones se hizo de nueva planta, con todos los adelantos que la ciencia aconseja para esta clase de establecimientos.

Además, al abandonar el que suscribe el establecimiento al finalizar la temporada, se había concluido otro edificio en las mejores condiciones, formando cuadro con el establecimiento destinado a fonda, para la próxima temporada, siguiendo los obreros levantando otro nuevo hotel contiguo al anterior.

Además de estas mejoras que se han llevado a cabo en el Balneario, viendo el que suscribe que no había hecho análisis de las aguas más que uno, y éste antiguo y está muy incompleto, de acuerdo con el dueño del establecimiento, que no se duele hacer gastos en beneficio del Balneario y por el bien de los bañistas, se acordó, como se hizo, recomendar el hacer un análisis minucioso de las aguas al Doctor en Farmacia Don Juan Nacle Herrera, individuo del Gabinete Químico de Granada, el que lo llevó a efecto en el mismo establecimiento, estando presente el que suscribe, llevándose todos los antecedentes a Granada para hacer una gran tirada, con objeto de repartirlo, y, como a estas horas, aún cuando lo espero de un momento a otro, no han caído en mi poder, es la causa porque no lo incluyo en la presente memoria, pero que tendré el honor de remitirlo, para si tiene bien el Excmo. Sr. Director unirlo a ella, en el momento que me lo remita.

Como la apertura del Balneario es desde el 15 de Junio al 30 de Setiembre, será conveniente fuere ésta desde el 1º de Julio al 15 de Setiembre, pues en la primera quincena no concurre un bañista, así como tampoco en la última quincena.

Memoria del año 1896

La memoria de este año, que es la última que hemos localizado, tiene alguna diferencia con sus precedentes. La primera diferencia encontrada es que no sólo la firma el médico director, sino que esta firma viene respaldada por otras dos más, la del alcalde de la Puebla de Periana, D. Rafael Núñez, y la del propietario del balneario, D. Emilio San Martín. El alcalde firma con el Vº. Bº. y el propietario con el Conforme.

D. Rafael Núñez Barroso era alcalde desde el 12 de Julio de 1886; estaba casado con Dª. Dolores Moreno Lagos. D. Emilio de San Martín y Villa en las actas municipales del año 1884 firma ya como secretario titular del Ayuntamiento de Periana. El día 14 de Junio de 1891 renunció a su cargo de secretario por haber sido nombrado concejal. Era concuñado del alcalde, pues estaba casado con una hermana de su esposa, con Dª. Remedios Moreno Lagos.
El nuevo propietario, D. Emilio de San Martín, parece que tiene interés en mejorar el balneario y convertirlo en un negocio rentable; incluso prepara para la temporada siguiente de 1887 un folleto publicitario, de varias hojas, impreso el la imprenta La Española, de Málaga. El Dr. Moya desea ayudarle y, para ello, hace una memoria menos demoledora que las de sus predecesores en la dirección del balneario: sin negar lo evidente alaba lo alabable, al mismo tiempo que ensalza la actitud positiva del dueño.

Como anécdota diremos que el Dr. Moya es recordado en Periana con cierto halo de misterio: dicen que era masón y que, a su muerte, lo amortajaron con todos sus símbolos.
Leamos un amplio resumen del informe:

El edificio del establecimiento consta ser de planta baja, tiene una forma rectangular y está dividido en tres compartimientos independientes.

El de la derecha, que es el destinado para el servicio de señoras, lo constituye una habitación cuadrada, en el centro de la cual se encuentra una piscina de piedra, de forma circular y de cabida para catorce bañistas. Este compartimiento está provisto de un aparato de duchas. En el extremo derecho de la habitación y lado opuesto al de entrada, hay un pequeño departamento en el que se halla la arquilla o depósito del agua; ésta es de piedra y cal hidráulica, tiene forma oval y de él parten tres cañerías destinadas a conducir el agua a las piscinas y a la caldera y pilas.

Los compartimientos del centro e izquierda tienen una puerta de entrada común, pero esto no les quita nada de su independencia, pues el del centro queda aislado a beneficio de un tabique, que constituye uno de los lados de la galería que conduce al de la izquierda.

La habitación central viene a ser también cuadrada y en ella se halla la piscina dedicada al servicio de los hombres. Ésta es, igualmente, de piedra, circular y de cabida para 16 personas. Del mismo modo que la habitación anterior, se encuentra ésta dotada de aparato para duchas.

Finalmente, el tercer compartimiento consta:
1º. De tres gabinetes, también independientes, provistos dos de ellos de pilas de azulejos para los baños individuales, pudiendo ser éstos fríos, templados y calientes, según las indicaciones que halla que llenar, y dedicado el tercero a baños de asiento o semicupios e inyecciones vaginales.
2º, De una pequeña habitación, en la cual se encuentran los aparatos para las pulverizaciones de ojos, oídos, nariz y garganta, y
3º. De otra habitación en la que se halla la caldera para calentar el agua.

Terminada la descripción del balneario y antes de entrar en otro orden de consideraciones, creo de mi deber manifestar a V. E. que todos los servicios balneoterápicos dejan mucho que desear: las habitaciones en las que se encuentran las piscinas para baños en colectividad son bastante reducidas; los aparatos de inyecciones, pulverizaciones y duchas no pueden ser más primitivos y deficientes, no existiendo de éstos últimos más que el simple chorro y la ducha de regadera. Se necesita modificar todo esto, perfeccionando lo que hay en la actualidad e instalando aparatos nuevos que viniesen a responder a las necesidades de la práctica.

Pero desgraciadamente dichas reformas son muy difíciles o casi imposibles en el día, porque los productos del establecimiento son tan exiguos que no se lo permiten al actual propietario; el cual, en honor a la verdad, con un celo digno de mejor resultado, ha introducido una porción de mejoras, tanto en el balneario, en el que en años anteriores no existía otra cosa más que las dos piscinas, estando sin techar las habitaciones en que se hallaban, no habiendo pilas, pulverizadores, duchas, etc., etc., cuanto en la fonda, que, situada tiempos atrás en un edificio muy distante del establecimiento y que carecía en absoluto de condiciones para albergar a los bañistas, se encuentra hoy en una hermosa casa emplazada a unos seis metros del balneario, rodeada de árboles, provista de habitaciones espaciosas, dotadas éstas de buenas camas, de acero unas, de madera otras, y de forma moderna y elegante, mesa de noche, velador, butacas, lavabos, espejo; en una palabra, de todos los utensilios necesarios para hacer más cómoda y agradable la estancia a los enfermos; además, servicio de mesa inmejorable y comida abundante, compuesta esencialmente de carnes, siendo el precio del hospedaje sumamente módico.

Repito que referidas reformas son irrealizables en el día y que el propietario no puede hacer las innovaciones que fueran de desear (y que está en su ánimo llevar a cabo en el momento que varíen las condiciones desfavorables que hoy pesan sobre esta comarca), porque el número de enfermos concurrentes al establecimiento es menor cada año y su posición social más inferior, no debiéndose este descenso de número y clase a otra cosa más que a la falta de vías de comunicación, la que hace que los bañistas ricos busquen otros balnearios dotados de líneas férreas y carreteras que permitan hacer el viaje con alguna comodidad.

Desde los pueblos Viñuela, Colmenar o Alfarnate y Alhama de Granada, que son los más inmediatos a Vilo y hasta donde llegan las carreteras de esta región al establecimiento balneario, no hay más que caminos de herradura en muy malas condiciones; tan malas que el que una vez los recorre necesita para atravesarlos nuevamente o carecer en absoluto de medios para dirigirse a otros baños o tener una fe ciega en la eficacia de este manantial.

Lástima grande que balneario cuya aguas minerales producen efectos maravillosos en multitud de estados patológicos, habiéndose visto desaparecer bajo su benéfica influencia lesiones que por su persistencia y cronicidad eran la desesperación de los enfermos; balneario que se encuentra asentado en una región tan espléndidamente dotada por la Naturaleza; región en la que todo coadyuva al bienestar de los pacientes: vegetación feracísima; extensos arbolados, que prestan sombra y frescura; manantiales de aguas potables que son la alegría de los dispépticos y anoréxicos; aires puros y embalsamados por las flores de la salvia y el romero de las vecinas sierras; temperaturas moderadas, que permiten decir “aquí no se siente el calor”, y cielo despejado y brillante, se halla tan abandonado y tan lejos su recuerdo de la mente de los que pueden protegerlo que no se exageraría si dijéramos que desde la fecha en que se reconoció la utilidad de este manantial no han vuelto a ocuparse de él.

El día que la Dirección de Beneficencia y Sanidad, poniendo en juego los recursos con que cuenta, recabe del Gobierno la construcción de carreteras que conduzcan a este establecimiento, puede asegurarse que, de tan pobre y poco frecuentado como se ve en la actualidad, se convertirá en uno de los primeros de su clase; tanto por lo beneficioso de sus aguas minero-medicinales, cuanto por la bondad de sus condiciones topográficas y climatológicas; y ese día, con poco que ayudare la mano del hombre, resaltarían más y más las galas y bellezas naturales, transformándose esta región en un vergel delicioso, al que concurrirían multitud de enfermos, buscando alivio a sus padecimientos, y en fuente de riqueza para el país.

Finalmente, y como complemento a lo que se refiere a hospedaje, manifestaré que existen casas en las que se alojan los bañistas que desean vivir por su cuenta.

El Sr. San Martín continúa luchando para conseguir un balneario de categoría, hasta que el 14 de Septiembre de 1907 una tremenda tormenta caída en la sierra de Enmedio arrastra con todo lo que encuentra a su paso. En ese todo hay que incluir, por desgracia, el cuerpo del hijo del `propietario. La búsqueda del cadáver fue intensa pero infructuosa. El Sr. San Martín no pudo dar reposo a los restos de su hijo Alfonso San Martín Moreno. Similar suerte corrió el alcalde de Vélez Málaga, D. Francisco Mendal Igualada, que llevaba unos días tomando las aguas: también fue arrastrado por el temporal; su cadáver fue encontrado a unos cien metros del balneario, sujeto a un tronco y horriblemente mutilado.

Esta desgracia ocurrió en el momento menos oportuno: cuando la propiedad del balneario estaba en manos de una persona que quería hacer algo positivo y sabía lo que había que hacer. Esperaba la construcción de una carretera que facilitara el acceso al mismo y poder efectuar en su mejora una inversión medianamente rentable. El temporal y el constante retroceso de la hidrología médica en España sentenciaron el fin del balneario de los Baños de Vilo.

A pesar de ello los vecinos de los alrededores han seguido usando sus aguas. Incluso unos días antes de escribir estas líneas hemos visto a gente bañarse en una pequeña alberca que queda.

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